Con pancartas, máscaras y música, exiliados nicaragüenses en Costa Rica protestan contra el gobierno de Daniel Ortega

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“Un güegüense en dictadura” es otro de los lemas de la actividad, desde la primera edición. Según los manifestantes, hace referencia a la actitud de la sociedad nicaragüense ante el gobierno y tiene como fin “recuperar la alegría.

“Sonreír es resistir” y “no nos callarán”

La lluvia retrasó el comienzo, pero no frenó el plantón con el que un grupo de exiliados nicaragüenses en Costa Rica se unió a la cuarta edición de la “Marcha de la burla”, una protesta de corte satírico organizada por la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia (CUDJ), una organización nicaragüense integrada principalmente por jóvenes.

“Sonreír es resistir” y “no nos callarán” formaron parte de los lemas que los participantes, que iban y venían en medio de la lluvia, mostraron en rótulos y camisetas. La actividad se realizó en la Plaza de la Democracia en San José, la capital, al final de la tarde de este sábado.

Desde Nicaragua, Ariel Sotelo, uno de los organizadores, dijo a CNN que la “Marcha de la burla” es una protesta satírica contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Sotelo explicó que, a diferencia de las ediciones anteriores, en Nicaragua se realizará en forma virtual por las limitaciones que ha impuesto el gobierno de Ortega. Pese a que la transmisión estaba prevista para el sábado también, Sotelo dijo que por razones técnicas se efectuará este domingo vía Facebook Live en el sitio de la CUDJ. 

“Un güegüense en dictadura” es otro de los lemas de la actividad, desde la primera edición. Según los manifestantes, hace referencia a la actitud de la sociedad nicaragüense ante el gobierno y tiene como fin “recuperar la alegría, sin perder la indignación”. Sotelo agregó que la protesta virtual desde Nicaragua incluye segmentos ya pregrabados, con teatro y bailes.

“El Güegüense” es una obra teatral de la cultura de Nicaragua creada y representada por indígenas y mestizos durante la era colonial. Surgió originalmente como válvula de escape al descontento social en un contexto de dominación española. Es considerada una de las primeras piezas escénicas de carácter profano aparecidas en Centroamérica, que expresa el punto de vista del pueblo, que no teme denunciar la corrupción de las autoridades locales mediante la burla abierta o solapada. El 25 de noviembre de 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo declaró Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

En Costa Rica, varios de los participantes lucieron máscaras y bailaron al ritmo de trompetas y tambores. Mayra Centeno, una de las participantes en el plantón, dijo que la actividad consistía en burlarse del régimen de Daniel Ortega.

“Son muchas las heridas que nuestro país carga, quieren destruir nuestra moral y, cuando nosotros sonreímos, les decimos que no les tenemos miedo, que seguimos adelante, que no nos rendimos, que no nos amedrenta nada”, comentó

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