Multitudinaria marcha contra Nayib Bukele
Por COLAREBO
Un periodista de RT estuvo en la manifestación más masiva en contra del presidente salvadoreño, que desde que llegó al poder en junio de 2019 goza de índices de aprobación que no bajan del 80 %ra Nayib Bukele
Este 15 de septiembre de 2021, fecha en la que se cumplen 200 años exactos desde la declaración de independencia, debió haber sido una jornada festiva en El Salvador. Pero no lo fue. O sí lo fue, depende de a quién se le pregunte, aunque por razones que poco o nada tienen que ver con el final de la época colonial.
Miles y miles de personas se han congregado este 15 de septiembre en tres puntos de San Salvador, la capital, para marchar en contra del gobierno, liderado por el presidente Nayib Bukele. En Latinoamérica, una protesta de unos miles contra el gobernante de turno casi que ni debería de ser noticia, pero hablamos de El Salvador y hablamos de Bukele, que gobierna con niveles de aprobación del 85 % y que se jacta de no haber lanzado una sola lata de gas lacrimógeno en más de dos años al frente del Ejecutivo.
Ese contexto es el que vuelve relevante esta marcha del 15 de septiembre. Será la primera protesta contra la administración Bukele en la que los manifestantes no se cuenten por decenas o cientos, sino por miles.
“Yo marcho porque la democracia y las libertades individuales están en peligro”, me dice Serafín Valencia, relator de Libre Expresión de la Asociación de Periodistas de El Salvador.
Además de multitudinaria, la marcha quizá sea la más heterogénea que ha conocido El Salvador en su historia. Por acá ya han pasado y seguirán pasando sindicalistas, familias, lisiados y veteranos de la guerra civil, artistas, jueces, estudiantes, skaters, feministas más y menos radicalizadas, simpatizantes del partido ARENA, simpatizantes del partido FMLN, todo tipo de asociaciones, personas que se definen provida, comunidad LGTBI, ambientalistas, médicos, gremiales empresariales, comunidades eclesiales de base y etcétera y etcétera.
Consciente del respaldo popular del que aún goza, ratificado en las elecciones legislativas y municipales del pasado 28 de febrero, al presidente Bukele le gusta menospreciar a la oposición. Ha acuñado la idea de que los opositores apenas aglutinan al 3 % de los salvadoreños, y sus seguidores repiten esa cifra con sorna, aunque las urnas acaben de dar a la oposición 20 de los 84 escaños de la Asamblea Legislativa.
La inmensa mayoría de los miles que, en este día feriado, han preferido tomarse las calles a estar con sus familias o amigos son consecuencia directa de la deriva autoritaria del presidente Bukele, que se aceleró después de que su partido –Nuevas Ideas– asumiera en mayo la mayoría calificada en la Asamblea.
Que desde el pasado 7 de septiembre El Salvador sea el primer país del mundo en el que el bitcóin es moneda de curso legal también ha contribuido al creciente malestar de los salvadoreños para con su presidente.
Nayib Bukele seguramente sigue siendo el presidente latinoamericano que goza de un respaldo más mayoritario entre sus gobernados. En futuras encuestas saldremos de dudas. Pero los opositores comienzan a organizarse, a tener una voz, y tomarse las calles. Es el mensaje más rotundo que deja la multitudinaria marcha de este 15 de septiembre de 2021.