Ordenan detención del exvicepresidente Sergio Ramírez por “incitar al odio y a la violencia”
Por CNN Español
El Ministerio Público de Nicaragua informó en un comunicado que acusó al exvicepresidente Sergio Ramírez de cometer supuestos actos que fomentan e incitan al odio y a la violencia y ordenó allanar su domicilio y detenerlo.
La fiscalía también señala a Ramírez, un multipremiado novelista, ganador del premio Cervantes en 2017 y del Premio Alfaguara de Novela en 2000, de haber recibido fondos de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro a través de la Fundación Luisa Mercado. Los directivos de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro enfrentan un proceso judicial por supuesta apropiación indebida y lavado de dinero.
Esos fondos, según la Fiscalía, estaban destinados a propósitos distintos a los de la fundación de la familia Chamorro, como presuntamente “dar financiamiento a personas y organismos que buscaban la desestabilización de la buena marcha del desarrollo económico y social del país”.
Cristiana Chamorro, que presidía la fundación que lleva el nombre de su madre, ya ha rechazado los cargos de apropiación indebida y lavado de dinero. La fundación no ha reaccionado a esta nueva denuncia. Sus directivos están presos, bajo aislamiento y otros prófugos de la justicia. CNN está buscando su respuesta a la acusación de que financiaba la desestabilización.
Según el Ministerio Público, “estas acciones cuadran con el tipo penal de conspiración para cometer menoscabo de la integridad nacional”. El comunicado informa que se solicitó detención y allanamiento.
Ramírez, quien se encuentra en Costa Rica, respondió a la acusación de la Fiscalía con un video en el que afirmó que ya había sido acusado por delitos similares durante la dictadura somocista.
“No es la primera vez que ocurre en mi vida -afirmó-. En el año 1977 la familia Somoza me acusó por medio de su propia fiscalía, y ante sus propios jueces, de delitos parecidos a los de ahora: terrorismo, asociación ilícita para delinquir, y atentar contra el orden y la paz, cuando yo luchaba contra esa dictadura igual que lucho ahora contra esta otra”.
El escritor agregó: “Las dictaduras carecen de imaginación y repiten sus mentiras, su saña, su odio, y sus caprichos. Son los mismos delirios, el mismo empecinamiento ciego por el poder, y la misma mediocridad de quienes teniendo en su puño los instrumentos represivos, y habiéndose despojado de todos los escrúpulos, creen también que son dueños de la dignidad, de la conciencia y la libertad de los demás.”