¿La Mesa de la Unidad Democrática tiene posibilidades contra el chavismo? (quién es culpable de la atomización de la oposición)

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EFE/ Miguel Gutiérrez

Los partidos políticos Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo deben convencer a los ciudadanos para que voten por “la tarjeta de la manito” y dejar en claro que hay partidos “secuestrados” por el gobierno de Nicolás Maduro para evitar que haya confusión en los electores y que haya votos que, por el desconocimientos, se sumen a los dirigentes opositores que acordaron con el chavismo su participación en las parlamentarias de 2020

Faltan dos meses para las elecciones municipales y regionales y la Mesa de la Unidad Democrática aún tiene a cuestas el reto de convencer a los ciudadanos, después de tres años de llamar a la abstención, de que participen en el proceso. Con importantes fisuras en evidencia, la coalición opositora intenta presentar candidatos unitarios para las alcaldías y gobernaciones.

¿Cerca de lograrlo?

Jesús “Chúo” Torrealba, exsecretario de la Mesa de la Unidad Democrática, afirmó a El Nacional que la oposición realmente está atomizada. Señaló que para los 3.082 cargos que se disputarán el 21 de noviembre el Partido Socialista Unido de Venezuela postuló a 3.082 candidatos, mientras que las fuerzas distintas al chavismo presentaron 67.000.

“La figura que hay que utilizar en esa situación no es división, la palabra división es estíptica para describir lo que está ocurriendo. La oferta electoral de la oposición está atomizada en una medida importante porque los partidos políticos están absolutamente en crisis”, afirmó.

Frente a esa realidad, agregó Torrealba, también está la desesperación de los dirigentes locales, organizaciones municipales y redes regionales que presentaron sus propios nombres y candidatos porque saben o intuyen que las estructuras partidistas no serán un vehículo para la expresión de los liderazgos autónomos.

El liderazgo opositor está en crisis. Foto: EFE/ Miguel Gutiérrez

El analista político Oswaldo Ramírez, director de ORC Consultores, no cree que haya desunión en la alternativa democrática en Venezuela.

Expresó a El Nacional que la mayoría de los partidos, en primer lugar, están terminando de definir sus estrategias de tierra —visitas casa por casa, contactos con los electores— y, en paralelo, definiendo sus estrategias de aire —propaganda, de spots de televisión, de campaña en redes—.

“Lo más importante que tienen los partidos en este momento son dos cosas: la primera es generar una narrativa importante que logre persuadir a los ciudadanos para que participen en la elección y la segunda tiene que ver con la pedagogía electoral”, indicó.

Partidos políticos “expropiados”

El analista político Antonio de la Cruz, director ejecutivo de Inter American Trends, señaló que el gobierno de Maduro “expropió” las tarjetas de cuatro partidos políticos para entregárselas a los dirigentes que lo acompañaron en las elecciones parlamentarias del año pasado.

“Se las quitaron a los que estaban agrupados en el G4, que respaldan a la oposición del interinato. Creo que afectará de alguna manera los resultados porque se buscará el voto opositor, tanto por la tarjeta de la MUD como por los partidos que tienen las tarjetas de Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo”, manifestó.

Ramírez explicó que, para que los ciudadanos voten por “la tarjeta de la manito” se debe dejar en claro que hay partidos “secuestrados”, un hecho que puede generar confusión en los electores y provocar que la MUD pierda votos.

Divisiones marcadas

En el estado Miranda se había centrado la atención por la disputa entre los dirigentes David Uzcátegui (Fuerza Vecinal) y Carlos Ocariz (Primero Justicia), quienes no lograron un acuerdo aún cuando se midieron en encuestas para decidir la candidatura en esa entidad.

“El tema de Miranda es gravísimo. En la primera etapa, en los años 2001 y 2004, fue un estado clave para la reorganización de la oposición venezolana; el entonces gobernador Enrique Mendoza fue el elemento bisagra que permitió la articulación de diversos actores en una estructura llamada Coordinadora Democrática”, dijo Torrealba.

“Luego fue muy importante, para el relanzamiento de la oposición como opción de poder, la presencia de un gobernador democrático, esta vez Henrique Capriles; no por casualidad fue candidato presidencial dos veces. Entonces se entenderá lo grave de que la oposición le esté regalando la gobernación de Miranda al oficialismo”, agregó.

En opinión de Ramírez, el hecho de que no haya un acuerdo entre Uzcátegui y Ocariz no compromete la unidad de la oposición. Por ahora, este conflicto puede mermar la potencial participación de los electores, pero, subrayó, todavía faltan cosas por hacer.

“No creo que esto tenga una afectación nacional y no creo que sea algo que no pueda tener una solución relativamente rápida y temprana de dos candidatos corriendo; yo no creo que no se imponga la sindéresis y la coherencia política”, manifestó el analista.

Caracas, ¿imposición?

Poco después, el foco se volvió hacia Tomás Guanipa, a quien la Mesa de la Unidad Democrática escogió como candidato para la Alcaldía del municipio Libertador de Caracas. Una selección que recibió críticas porque el opositor regresó al país después de dos años en el exilio y porque quedó desplazado el liderazgo creciente de Roberto Patiño. Tampoco se consideró a Antonio Ecarri.

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