Nueva ley cibernética brinda a Cuba otra manera de silenciar a los críticos, según analistas
Aunque el gobierno cubano ha anunciado el decreto-ley 35 como un instrumento en favor de la seguridad nacional, los críticos lo ven como una manera de acallar las voces contrarias al discurso oficial.
Recientemente Cuba ha introducido nuevos controles sobre el contenido en línea contrario a los intereses nacionales, una medida descrita como “orwelliana” por los medios independientes y activistas.
El Decreto-Ley 35 se aprobó la semana pasada, luego de las mayores protestas contra el gobierno en décadas, en las que los cubanos pidieron mejores condiciones de vida en medio de las dificultades económicas y la pandemia. Los detalles de los disturbios se extendieron en parte debido a las redes sociales.
La nueva ley está dirigida a contenidos o mensajes que La Habana considere noticias falsas, ofensivas o que puedan incitar a actos “que alteren el orden público”. En virtud de ella, todo aquel que intente “subvertir el orden constitucional” será considerado un ciberterrorista.
También se ha creado un canal especial para que los ciudadanos informen sobre cualquier persona que infrinja la ley.
“Nuestro Decreto 35 va en contra de la desinformación y las mentiras cibernéticas”, citó Reuters al presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
El presidente cubano culpó de las protestas del 11 de julio a una campaña en línea que, según dijo, fue liderada por contrarrevolucionarios respaldados por Estados Unidos.
Hasta ahora, las sanciones por violar las regulaciones no se han hecho públicas, pero se cree que el gobierno multaría a los infractores, dijo un periodista radicado en Cuba que solicitó el anonimato.
Medidas “orwellianas”
Medios independientes dentro de Cuba y analistas han dicho que el decreto es similar al totalitarismo descrito en la novela ‘1984‘ de George Orwell, en la que Gran Hermano controla todos los aspectos de la vida de los ciudadanos.
“Este decreto es una forma de silenciar cualquier voz crítica en Cuba, que pudo haber existido luego de 62 años de gobierno comunista”, dijo a la Voz de América Normando Hernández, del Instituto Cubano para la Libertad de Expresión y Prensa. La organización con sede en Miami apoya a los medios de oposición en la isla.
“Es una forma de acabar con toda libertad de expresión. Significa que incluso si convocas una reunión, esto puede interpretarse como ciberterrorismo. Cualquier contenido que el gobierno interprete en contra del gobierno puede ser visto como un delito”, dijo.